domingo, 4 de septiembre de 2016

Podoroska e Irigoyen y una semana que ilumina al tenis femenino argentino


@mery_irigoyen
María y Nadia, abanderas del tenis femenino nacional en Nueva York. 

En varios sentidos, este US Open resultó luminoso para nuestro tenis de mujeres. Un torneo donde comenzó a capitalizarse el esfuerzo de nuestras raquetas femeninas en un gran escenario, quebrando números negativos de los últimos años y esperanzándonos con el porvenir

Ya escribimos días atrás sobre el valioso logro de Nadia Podoroska, superando la qualy en su primer Grand Slam, desempeño al que hay que sumarle su auspicioso encuentro de primera ronda ante la 42ª del ránking alemana Beck, quien la derrotó 7-6 (6) y 6-3 luego de que la rosarina dispusiera de buenas ventajas en el set inicial. "Me sentí muy cerca del nivel y eso es muy importante", resaltaba Podoroska luego de aquel match. Tsurenko (43ª), Babos (44ª) y ahora Beck, tres jugadoras top 50 a las que Nadia se enfrentó de igual a igual en pocas semanas demostrando que no es una idea exagerada imaginarla en el top 100 en algunos meses.

Sin embargo, Nadia no estuvo sola en un cuadro principal del torneo neoyorquino. En el campeonato de dobles, María Irigoyen sigue demostrando que nadie le regaló su lugar en la elite del dobles y, luego de ganar junto a Kania con comodidad en la ronda inicial ante las top 100 en singles Putintseva/Witthoeft, perdió dignamente con las favoritas Hingis/Vandeweghe por 7-5 y 6-3. "Tremendo torneo, seguimos aprendiendo", dijo a su vez María, quien ya había alcanzado la segunda ronda esta campaña en Roland Garros con la misma compañera.

Números que cambian para bien

Con su ingreso al main draw, como fue señalado, Nadia Podoroska se convirtió en la primera tenista argentina en un cuadro principal de singles de Grand Slam desde Paula Ormaechea en el US Open 2014. Dos años de ausencias que, de seguir en esta sintonía y también con una Catalina Pella en buena forma, no deberían volver a repetirse.

Por otra parte, respecto al logro de Mery, hay que volver cinco años atrás, hasta el 2011, para encontrar el último éxito de una argentina en dobles damas del Abierto estadounidense, cuando Gisela Dulko y Flavia Pennetta llegaron hasta los octavos de final. 

Por último, recordar que transcurrieron nada menos que 17 Grand Slams y más de cuatro años para contar con dos argentinas distintas en main draws de singles y dobles de un Major. Roland Garros 2012, con Paula Ormaechea en individuales y Dulko/Paola Suárez en duplas había sido la última ocasión.

Decíamos que estas actuaciones de Nadia y María iluminaban el presente del tenis femenino argentino. Una luz incipiente, que comienza a asomarse, pero que promete alumbrar con cada vez más fuerza.

@puppotenis.
Podoroska e Irigoyen, amigas y compañeras de prácticas en el US Open. 



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